Saturday, February 28, 2009

Más de 18 meses de retraso para valorar minusvalías.

Esta es la oreja derecha de mi hijo.


Por culpa de un raro síndrome genético la tiene así, y tampoco tiene formado el canal auditivo en ese lado. El otro lado está mejor, aunque tampoco está bien, tiene una perdida auditiva de tipo medio.

Hubiera estado bien que se le hubiera hecho alguna ecografía 3D al feto para habernos enterado durante el embarazo de su problema y habernos preparado un poco, pero no.
Supongo que una ecografía 3D era demasiado pedir cuando ni siquiera fueron capaces de darnos una "foto" de su cara de las ecografías convencionales que le hacían en las revisiones a mi mujer, nada extraño si tenemos en cuenta que las visitas apenas duraban 5 minutos de reloj, a pesar de que había algún síntoma raro, como un exceso de líquido.

Hace ya 17 meses que solicitamos la valoración de su minusvalía al Servicio Valenciano de Salud y 13 que solicitamos si se podía tramitar con urgencia para acortar algo la espera y poder acceder a determinadas ayudas antes.

Por ejemplo durante 2 años seguidos he perdido la posibilidad de pedir una ayuda económica en mi centro de trabajo (hay que pedirla cada año antes de fin de marzo) por no tener el correspondiente certificado de minusvalía de mi hijo.

Al menos las deducciones del IRPF que tampoco he podido disfrutar tengo entendido que sí que se pueden reclamar a posteriori.

Cansado de no tener noticias durante todo este tiempo (al principio nos dijeron que tardarían un año como mucho) les llamé el otro día y a la enésima llamada quizá se equivocaron y me cogieron el teléfono, y me informaron de que el retraso medio es actualmente de 18 meses salvo para casos graves.

Decidí ir allí en persona y resulta que tampoco les constaba en el ordenador la petición de urgencia que hicimos en su día, que no quiere decir que hubieran aceptado tramitarla así, pero es que ni la habían registrado.

También escuché como a otra persona mayor ahora le decían que el plazo de espera es de unos 20 meses.

En fin, una vergüenza.

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